Tan simple como impactante: Joel Embiid tiene todas las condiciones para ser el jugador más dominante de toda la NBA. Deportivo Madryn comenzó a figurar en la escena nacional esencialmente como un club de baloncesto, ganándose reconocimiento por sus destacadas participaciones en certámenes federales. El club también tiene su propio jardín de infantes, escuelas primaria, secundaria y terciaria (con únicamente dos carreras; profesorado de educación física y escuela de director técnico de fútbol). Surgió como una iniciativa revolucionaria para el tratamiento del fútbol internacional a través de la radio, un modelo que mezclaría análisis de expertos con la narración en directo, imitando a los programas multicancha que se encargan de narrar la Liga Española. Su consagratoria 2017-2018 dejó en claro que es una estrella y que puede tirar del carro de un equipo protagonista, algo que logró con aquellos Pacers. El finlandés se perdió la primera parte de la 2018-2019 por lesión, pero volvió y dejó en claro que su potencial es altísimo: 18,7 puntos y 9,0 rebotes en 32,3 minutos. Claro que el 6 veces All-Star, quien promedió 23,8 puntos, 5,0 rebotes y 6,9 asistencias en la 2018-2019, tendrá que demostrar mucho más que buena capacidad anotadora: deberá dejar en claro que el frustrante paso por Boston, donde su forma de ser y liderazgo fueron cuestionados, es parte de un mal recuerdo.
Brooklyn optó por él y KD para dar el siguiente paso de un proyecto deportivo que venía en evolución constante. La salida de Kawhi Leonard es el paso del testimonio en la franquicia, que puede confiar en el camerunés para sostener una estructura que debería ser competitiva más allá de no tener a su MVP de las Finales. En una reunión para decidir el nombre del club surgió el de Ricardo Saprissa; Roberto Fernández sugirió llamarlo Deportivo Saprissa y el señor Leiva le hizo una carta que el mismo Fernández le entregó a don Ricardo quien prometió ayuda, en esta forma quedó oficialmente constituido el Saprissa F.C. La vuelta de Pedro Ferrándiz, «Lolo» Sáinz y Fernando y Antonio Martín, llevaron al club a conquistar la Copa Korać, único título baloncestístico que faltaba en las vitrinas del club. Durante sus primeros años, el club careció de una sede social fija, y deambuló por distintos espacios. Hay chances (muchas por cierto) que, desde lo numérico, Julius Randle tenga la mejor temporada de cualquier jugador que use la camiseta de los Knicks en la 2019-2020. Cerca de los 25 años, viene de promediar 21,4 puntos y 8,7 rebotes en New Orleans, y en la Gran Manzana tendrá rienda suelta para asumir protagonismo y opciones.
Además de Marino Alcívar, Luis Hungría, Víctor Aguayo, entre otros, los que pasearon su clase ante rivales como el Panamá, 9 de Octubre, Norte América, L.D.U. Esta ventaja no se modificaría hasta la finalización del mismo, y el Granate queda entonces como subcampeón, redondeando una excelente campaña, la mejor hasta entonces en Primera División. Puesto histórico de ventas de entradas: 3° (En el profesionalismo, desde 1931 hasta la actualidad). ↑ La frase funcionó como lema de Estado de manera oficial al estar inscrito en el Escudo Nacional desde 1863 hasta 1930 cuando la leyenda fue sustituida por el nombre oficial del país. ↑ «Ubisoft combate una vez más la compra hostil por parte de Vivendi». Slot de cartuchos en la parte superior. El conjunto porteño alineó con Jorge Pardón; Mario de las Casas y Antonio Maquilón; Faustino Mustafich, José ‘patuto’ Arana y Enrique Salas; Julio Ramírez, Miguel Rostaing, Manuel «manolo» Puente, Alfonso «el sereno» Saldarriaga y Lizardo Rodríguez Nue.
De cara a la competición, asume la dirección técnica Jorge Almirón. Para julio de 1986 se integró Nelson Abrany, y en agosto del mismo año arribó el uruguayo Ramiro de León, para hacerse cargo de la dirección técnica. En la dirección técnica continuó Jaime Giordanella. ¿Podrá demostrar que tiene lo necesario para llevar de la mano a un equipo candidato? En un abrir y cerrar de ojos, pasó de ser un jugador de rol a la segunda guitarra de un equipo campeón. Cinco veces All-Star, dos All-Star y campeón en 2016. Imposible cuestionar la capacidad y jerarquía de Love, uno de los mejores 4 abiertos de la NBA en los últimos años (18,3 puntos y 11,3 rebotes de media en su carrera). Lindo interrogante que se le plantea al campeón del 2016 con los Cavaliers. Un jugador de 2,13 metros que es amenaza absoluta con su lanzamiento exterior (36,3% en triples en sus dos campañas, con 6,1 intentos de media), que ganó en masa muscular en el verano y que intentará demostrar algo de la dureza que, quizás, le faltó en sus primeros pasos en la liga. Un escolta explosivo, completo, que potenció su capacidad anotadora cuando pulió su selección de lanzamiento y que puede generar juego como un base.
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